Tropical Storms, Electoral Storms
[Español Abajo] This week while Nicaragua was weathering the storm of Hurricane Eta, the United States was weathering an electoral storm. As my Community was watching Nicaraguan rivers rise and counting homes damaged (10,000), we were also watching U.S. anxieties rise and counting votes. In fact, it wasn’t just us gringos watching the U.S. elections, the whole world was watching – in fact, I think I got most of news from my husband’s family in Ireland! When the election was finally called for Democrat Joe Biden on Saturday, I heard from friends around the globe that they all breathed a sigh of relief, and took a moment to celebrate. But, as my fellow JHC member Kathleen reminded me, la lucha es larga, the struggle is long, as we say in Nicaragua. After a quick celebration, it’s time to get back to work because although Biden is from a different political party than Trump, he is mainstream and has a hawkish foreign policy record.
While we were inside watching it rain this week, I roped my nearly 15-year old daughter into taking a break from her TikTok marathon to scan some documents for Casa Ben Linder’s Solidarity Museum. One of the goals of the Casa is to keep alive the spirit of solidarity with Nicaragua, and to that end we are creating a small museum. We’ve managed to collect documents from various organizations and are working our way through them, scanning them and creating a digital archive. Eibhlín helped me to scan a binder of actions taken by the Ecumenical Committee of U.S. Citizens living in Nicaragua in the 1980s and 90s. Letter after letter, signed by dozens of church workers, written advocating for Nicaragua: a 1987 Letter to President Reagan on assassination of religious personnel by the Contras, a 1988 letter to Jesse Jackson urging direct talks between the Reagan administration and the Nicaraguan government, a 1993 letter to President Bill Clinton on transforming U.S. policy toward Central America. As I read through this archive of solidarity actions, I realized that this work is not only our legacy at Casa Ben Linder, but it’s ahead of us as well.
Biden is no friend to Central America. Under the Trump administration, the U.S. has already unilaterally sanctioned Nicaragua and Biden’s policies on Nicaragua are likely to be a continuation of the same. USAID is already carrying out a plan to oust the current government before or after Nicaragua’s general elections next November, already having spent more than $102 million in Nicaragua since 2017. As a U.S. citizen living in Nicaragua, I feel a need to speak out against my country’s interference in the political process of a sovereign nation. As I note the long list of signatures on these historical letters written on Nicaragua’s behalf, I hope there are other U.S. citizens willing to put their names alongside mine on letters we will have to write to hold the Biden administration accountable. – Becca
Below: from the CBL Solidarity Museum, a 1988 letter the U.S. Congress and U.S. church and peace groups urging an end to Contra aid.
Tormenta Tropical & Tormenta Electoral
[Inglés Arriba] Esta semana, mientras Nicaragua aguantaba la tormenta del huracán Eta, los Estados Unidos aguantaba una tormenta electoral. Mientras mi Comunidad observaba el desborde de los ríos nicaragüenses y el conteo de viviendas dañadas (10,000), también observamos el desborde de la ansiedad de los Estados Unidos y el conteo de los votos. No solo éramos nosotros los gringos viendo las elecciones de Estados Unidos, todo el mundo estaba mirando; de hecho, creo que la mayoría de las noticias me las mandó la familia de mi marido en Irlanda. Cuando finalmente se convocó la elección para el demócrata Joe Biden el sábado, escuché de amigos de todo el mundo que todos suspiraron aliviados y se tomaron un momento para celebrar. Pero, como me recordó Kathleen, mi compañera de JHC, la lucha es larga, como decimos en Nicaragua. Después de una celebración ligera, es hora de volver al trabajo porque, aunque Biden pertenece a un partido político diferente al de Trump, es del corriente dominante y tiene un historial de política exterior a favor de las guerras.
Mientras estábamos adentro viendo llover esta semana, le pedí a mi hija de casi 15 años que se tomara un descanso de su maratón de TikTok para escanear algunos documentos para el Museo Solidario de Casa Benjamín Linder. Uno de los objetivos de la Casa es mantener vivo el espíritu solidario con Nicaragua, y para ello estamos creando un pequeño museo. Logramos recopilar documentos de varias organizaciones y estamos trabajando en ellos, escaneándolos y creando un archivo digital. Eibhlín me ayudó a escanear una carpeta de acciones tomadas por el Comité Ecuménico de Ciudadanos Estadounidenses que vivían en Nicaragua en las décadas de 1980 y 1990. Carta tras carta, firmada por decenas de trabajadores de la iglesia, escrita abogando por Nicaragua: una carta de 1987 al presidente Reagan sobre el asesinato de personal religioso por los Contra, una carta de 1988 a Jesse Jackson instando a conversaciones directas entre la administración de Reagan y el gobierno de Nicaragua, un Carta de 1993 al presidente Bill Clinton sobre la transformación de la política estadounidense hacia Centroamérica. Al leer este archivo de acciones de solidaridad, me di cuenta de que este trabajo no es solo nuestro legado en Casa Benjamín Linder, sino que también es un trabajo que tenemos por delante.
Biden no es amigo de Centroamérica. Bajo la administración Trump, Estados Unidos ya sancionó unilateralmente a Nicaragua y es probable que las políticas de Biden sobre Nicaragua sean una continuación de las mismas. USAID ya está llevando a cabo un plan para derrocar al gobierno actual antes o después de las elecciones generales de Nicaragua el próximo noviembre, y ya ha gastado más de $ 102 millones en Nicaragua desde 2017. Como ciudadano estadounidense que vive en Nicaragua, siento la necesidad de hablar en contra de la injerencia de mi país en el proceso político de otra nación soberana. Mientras observo la larga lista de firmas en estas cartas históricas escritas en nombre de Nicaragua, espero que haya otros ciudadanos estadounidenses dispuestos a poner sus nombres junto al mío en las cartas que tendremos que escribir para exigir al gobierno de Biden que transforme la política estadounidense hacia Nicaragua. - Becca
Abajo: del Museo de Solidaridad Casa Benjamín Linder, una carta de 1988 al Congreso de los Estados Unidos y los grupos eclesiásticos y pacifistas de los Estados Unidos instando a que se ponga fin a la ayuda financiera a los Contra.