Traveling Nicaragua Without Being a Tourist
When I first began solo traveling at the age of 18, I bought used clothes locally, stayed with local families and never asked directions – all to avoid those moments one of my nephews calls “cringe-worthy:” being identified as a tourist. What was so bad about being a tourist? I grew up in North Idaho in a place of spectacular natural beauty that attracted tourists from other states. We recognized the tourists because they didn’t dress like us, mispronounced local place names, drove the wrong way down the one way streets and were happy to trample over locals to enhance their experience. We worked in shops and restaurants that served the tourists seasonally – we needed their money, but resented them because it felt like we had to compromise our local identity to get it. So when I started traveling, it’s not surprising I balked at becoming a “tourist.”
In the 20 years I’ve spent living here, Nicaragua has never made me feel like a tourist. It has been and remains a place where you can walk into a new community and feel right at home – and that’s not by accident. Although it’s true that Nicaraguan communities I’ve visited around the country have warmly welcomed me with hospitality and curiosity, it’s also true that Nicaraguan tourism development purposefully puts people and communities at the center of its policies.
According to Nicaraguan Tourism Minister Anasha Campbell, “Eighty percent of the tourism industry is based on small and medium-sized enterprises…[that] means that benefits go directly to the Nicaraguan people.”
What does that look like for visitors to Nicaragua? While there are big all-inclusive resorts if you opt for that kind of travel, those of us who avoid traveling like tourists will find plenty of alternatives – from personalized tours of the capital to community volunteering to farm stays to birding to volcano boarding – dozens of experiences all over the country offer the curious a chance to travel close to the ground, getting a true glimpse into Nicaraguan life and talking openly to real people.
Crucially, it also offers enterprising Nicaraguan families opportunities to improve their own lives – all supported by extensive free training programs for small businesses to develop the quality of services on offer. Through government initiatives, even tiny tourism operations can train their staff for free in everything from event planning to waiting tables to English to bird identification.
“Presently, international tourism is vital for Nicaragua…since it not only allows people from around the world to discover the ‘land of lakes and volcanoes,’ but, thanks to government policy, it provides Nicaraguans with the possibility of a dignified means of income that does not directly over-exploit humans and the environment,” points out writer Daniel McCurdy. “This doesn’t mean cutting Nicaragua off from the world, but finding a balance that is favorable to Nicaraguans in times of instability. It means creating a new tourism that is low-carbon, circular, complimentary and respectful of people and the environment.”
Personally, I won’t be sorry if Nicaragua never becomes known as a “tourist destination,” because who needs “tourists” when Nicaragua is already making a name for itself as the place to go for people looking for a different way to travel? Recently, the World Travel and Tourism Council designated Nicaragua as a “Safe Travel” destination and the Financial Times recommended Nicaragua as the first place to book post-pandemic:
“With the country’s national tourism back in business, standard health protocols in place and international flights due to resume well in time for Christmas, Nicaragua would seem to offer an intriguing escape from our Covid-induced claustrophobia.”
Likewise, Nicaragua is anxious to welcome visitors back, and not only to support the local economy.
“We believe…that tourism enhances that understanding between cultures and also contributes to strengthening the culture of peace in all countries. Nicaragua is no exception,” says Campbell. Lucky for travelers, that may be one of the few ways in which Nicaragua is not an exception. – Becca
Becca Mohally Renk is part of the Jubilee House Community which coordinates Casa Benjamin Linder in Managua. Becca has lived in Nicaragua for 20 years working with the JHC and its project the Center for Development in Central America in the area of sustainable community development in Ciudad Sandino. She is married to Paul from Ireland and they have two teenage daughters.
Viajar Por Nicaragua Sin Ser Turista
Cuando comencé a viajar sola a la edad de 18 años, compraba ropa usada localmente, me quedaba con familias locales y nunca preguntaba direcciones, todo para evitar esos momentos que uno de mis sobrinos llama “digno de vergüenza”: ser identificado como turista. ¿Qué tenía de malo ser turista? Crecí en el norte de Idaho en un lugar de espectacular belleza natural que atraía a turistas de otros estados. Reconocimos a los turistas porque no se vestían como nosotros, pronunciaban mal los nombres de los lugares locales, conducían en sentido contrario por las calles de una vía y estaban felices de pisotear a los lugareños para mejorar su experiencia. Trabajábamos en tiendas y restaurantes que atendían a los turistas por temporadas; necesitábamos su dinero, pero estábamos resentidos con ellos porque sentíamos que teníamos que comprometer nuestra identidad local para conseguirlo. Entonces, cuando comencé a viajar, no sorprende que me negara a convertirme en una "turista."
En los 20 años que llevo viviendo aquí, Nicaragua nunca me ha hecho sentir como una turista. Ha sido y sigue siendo un lugar donde podés entrar a una nueva comunidad y sentirte en casa, y eso no es por accidente. Si bien es cierto que las comunidades nicaragüenses que he visitado en todo el país me han recibido calurosamente con hospitalidad y curiosidad, también es cierto que el desarrollo del turismo nicaragüense coloca a las personas y las comunidades en el centro de sus políticas.
Según la ministra de Turismo de Nicaragua, Anasha Campbell, “El ochenta por ciento de la industria turística se basa en pequeñas y medianas empresas…[lo cual] significa que va directamente al pueblo nicaragüense.”
¿Cómo se ve eso para los visitantes de Nicaragua? Si bien hay grandes complejos turísticos con todo incluido si opta por ese tipo de viaje, aquellos de nosotros que evitamos viajar como turistas encontraremos muchas alternativas, desde recorridos personalizados de la capital hasta voluntariado comunitario, estadías en fincas, observación de aves y volcano boarding, docenas de experiencias en todo el país ofrecen a los curiosos la oportunidad de viajar cerca de la tierra, obtener una visión real de la vida nicaragüense y hablar abiertamente con personas reales.
Fundamentalmente, también ofrece a las familias nicaragüenses emprendedoras oportunidades para mejorar sus propias vidas, todo ello respaldado por amplios programas de capacitación gratuitos para que las pequeñas empresas desarrollen la calidad de los servicios que se ofrecen. A través de iniciativas gubernamentales, incluso las pequeñas operaciones de turismo pueden capacitar a su personal en todo, desde la planificación de eventos hasta inglés e identificación de aves.
“En la actualidad, el turismo internacional es vital para Nicaragua… ya que no solo permite a personas de todo el mundo descubrir la 'tierra de los lagos y volcanes', sino que, gracias a la política del gobierno, brinda a los nicaragüenses la posibilidad de un ingreso digno sin explotar a los seres humanos y el medio ambiente,” señala el escritor Daniel McCurdy. “Esto no significa aislar a Nicaragua del mundo, sino encontrar un equilibrio que sea favorable para los nicaragüenses en tiempos de inestabilidad. Significa crear un nuevo turismo que sea bajo en carbono, circular, complementario y respetuoso con las personas y el medio ambiente.”
Personalmente, no me importa si Nicaragua nunca llega a ser conocida como un "destino turístico," porque ¿quién necesita "turistas" cuando Nicaragua ya tiene fama de ser el lugar al que acudir para las personas que buscan una forma diferente de viajar? Recientemente, Consejo Mundial de Viajes y Turismo ha designado a Nicaragua como un destino de “Viajes Seguros” y el Financial Times recomendó a Nicaragua como el primer destino después de la pandemia:
"Con el turismo nacional en el país nuevamente en actividad, los protocolos de salud estándar implementados y los vuelos internacionales que se reanudarán a tiempo para Navidad, Nicaragua parecería ofrecer un escape intrigante de nuestra claustrofobia inducida por Covid."
Asimismo, Nicaragua está ansiosa por recibir nuevamente a los visitantes y no solo por apoyar la economía local.
“Creemos…que el turismo mejora esa comprensión entre culturas y contribuye también a fortalecer la cultura de paz en todos los países. Nicaragua no es la excepción,” dice Campbell. Por suerte para los viajeros, esa puede ser una de las pocas formas en la cual Nicaragua no es una excepción. – Becca
Becca Mohally Renk es parte de la Jubilee House Community que coordina Casa Benjamin Linder en Managua. Becca ha vivido en Nicaragua durante 20 años trabajando con la JHC y su proyecto Centro pro Desarrollo en Centroamérica en el área desarrollo comunitario sostenible en Ciudad Sandino. Está casada con Paul de Irlanda y tienen dos hijas adolescentes.