Assembly of PIGS: JOY
[Español abajo]
[Originally published by Kathleen Murdock here]
Today is the third Sunday of Advent and our banner has a Chinese red dragon and the character for “JOY.” It has bells on the bottom that have rusted away over the past 30 plus years and shiny sequins for the fire coming out of its mouth. I find the banner itself quite joyous.
In this year of 2020 with its quarantines due to the dangers of the virus, we have found the year extremely boring with no break in sight.
We’ve tried to break the monotony. We tried to go away for a few days as the Jubilee House Community…to see and do something different…but Hurricane Eta hit; so, we rescheduled and Hurricane Iota hit. We went back to the same old same old.
Until yesterday…and yesterday we celebrated with fanfare Becca and Paul’s daughter, Eibhlín, turning 15 years old. We had her quinceaños.
We all dressed up. A masked photographer came and took loads of photos. Eibhlín and her sister, Orla, had fancy dresses made, and bought fancy shoes. They even had fancy masks to wear. Sarah cooked a great Chinese feast. Daniel got balloons galore. Claudia and the girls’ godsister Abril decorated. There were presents, speeches, music, Zoom calls and - as I have mentioned above - lots of photos. Even Samantha, the Community’s toddler, after a cool down and rest, dressed up in her fancy dress to match Eibhlín’s.
Quinceaños are a Latin thing and usually very big…I have issues with them by-and-large. In some ways they remind me of debutante balls…or events that announce “Here she is, ready for the picking!” Boys do not have quinceaños, neither do they have debutante balls.
A quinceaños is also a time that the family spends way too much money. For poor Nicaraguans, they will often times go into debt to pay for the festivities. I have issues with spending too much money for frivolous things when the family might suffer…but last night taught me an important lesson…JOY is as important for the soul as bread is for the body.
Being poor is like quarantining. It is boring. You can’t afford books, outings, puzzles, games…it is the same old same old every single day. It is worse than quarantining because you sweep the same dirt floor, eat the same rice and if lucky beans, scrub the same clothes on a washboard, cook over a wood stove with the same pot…day in and day out. It is dreadfully boring, so when there is the chance for a break in that boredom…for JOY, the poor jump at the opportunity.
In 2003 we went to El Porvenir, the remote, rural coffee cooperative, with volunteer Lisa and her mother Dottie and brother Josh who were visiting. Dottie did medical consults and I handed out medicines. Lisa and Josh made balloon hats for all the kids of the cooperative. Word went out through the cooperative and kids kept coming from down below the mountain. It was the most fun I had had on top of that mountain, watching the different creations and the children’s delight in the hats. JOY was so prevalent that I was surprised a beam of happiness was not lighting up the sky.
I have heard volunteers say “Oh! They are so happy!” wondering if the “simple life” of poverty makes one happy. What actually happens is that having new people around and dressing up for those on delegations breaks the monotony and gives people a little JOY.
JOY feeds the soul.
When we ran shelters in North Carolina in the 1980s, we laughed all the time. Mike and our late dear friend Margaret kept us in stitches. As we have aged laughter comes more slowly to us, but it is there. We understand dark humor and the need to laugh at things that most nice, white folks would find appalling. Our humor has an edge to it as does the humor of the poor.
When Pat died Joseph and Daniel kept making jokes. While trying to be “Mama,” I fussed at them. Their response consistently was “that is how we grieve…you know this.” And I did because they grew up with us.
Laughter cleanses the soul of all the negative build up and allows JOY to break into the soul. As People Into Giving a Sh*t we must be aware that spreading JOY is as critical as spreading justice, peace and hope.
I love our Chinese dragon…our symbol of JOY…the glittering fire burning away the pain and hurt to allow the bells to ring and my soul to fly. -Kathleen
Kathleen Murdock is a founding member of the Jubilee House Community and has been living in Nicaragua and working in its project the Center for Development in Central America since 1994. Although Kathleen has dedicated the last 20 years to developing comprehensive health care for low-income communities as the Director of the Nueva Vida Clinic, she also has a Masters of Divinity. Kathleen and her husband Mike have often said that if they ever started a church they would name it The Assembly of PIGS…People Into Giving a Shit. “We figured that the name itself would let people know where we stand.” Recently Kathleen has been writing a weekly Assembly of PIGS blog. We will be sharing with you her Advent reflections for 2020, the first one we share here, you can subscribe to Kathleen’s blog here. Welcome to the Assembly of PIGS…We do not care what you believe or don’t believe, we only care that you care for others.
Asamblea de PIGS: Alegría
[English above]
[Originalmente publicado por Kathleen Murdock aquí]
Hoy es el tercer domingo de Adviento y nuestro pergamino tiene un dragón chino rojo y el carácter de "ALEGRÍA" en chino. Tiene campanas en la parte inferior que se han oxidado durante los últimos 30 años y lentejuelas brillantes para el fuego que sale de su boca. Para mí la pancarta en sí es bastante alegre.
En este año de 2020 con sus cuarentenas debido a los peligros del virus, hemos encontrado el año extremadamente aburrido sin ninguna ruptura a la vista.
Intentamos romper la monotonía. Intentamos irnos por unos días como la comunidad de Jubilee House ... para ver una vista diferente y hacer algo diferente ... pero llegó el huracán Eta; así que reprogramamos la salida y llegó huracán Iota. Volvimos a lo mismo de siempre.
Hasta ayer ... y ayer celebramos con fanfarria a la hija de Becca y Paul, Eibhlín, que cumplió 15 años. Le celebramos su quinceaños.
Todos nos vestimos elegantes. Un fotógrafo enmascarado vino y tomó un montón de fotos. Eibhlín y su hermana Orla se hicieron vestidos elegantes y compraron zapatos elegantes. Incluso tenían máscaras elegantes para usar. Sarah preparó un gran banquete chino. Daniel compró chimbombas en abundancia. Claudia y la amiga de las niñas, Abril, decoraron. Hubo regalos, discursos, música, llamadas de Zoom y, como mencioné anteriormente, muchas fotos. Incluso Samantha, la pequeña de la Comunidad, después de refrescarse y descansar, se vistió con su elegante vestido igualito al de Eibhlín.
Celebrar los quince años es una cosa latina y usualmente muy grande… tengo problemas con esta tradición en general. De alguna manera me recuerdan a los bailes de debutantes ... o eventos que anuncian "¡Aquí está, lista para la subasta!" Los chicos varones no se celebran quinceaños, ni bailes de debutantes.
Un quinceaños es también una época en la que la familia gasta demasiado dinero. Para los nicaragüenses pobres, a menudo se endeudan para pagar las festividades. Tengo problemas con gastar demasiado dinero en cosas frívolas cuando la familia puede sufrir escasez... pero anoche me enseñó una lección importante ... LA ALEGRÍA es tan importante para el alma como el pan para el cuerpo.
Ser pobre es como estar en cuarentena. Es aburrido. No puede pagar libros, excursiones, rompecabezas, juegos ... es lo mismo de siempre todos los días. Es peor que ponerse en cuarentena porque barrés el mismo piso de tierra, comés el mismo arroz y, si tenés suerte frijoles, lavás la misma ropa en el lavandero, cocinás en una concina de leña con la misma olla… día tras día. Es terriblemente aburrido, así que cuando existe la posibilidad de romper ese aburrimiento ... la posibilidad de ALEGRÍA, los pobres aprovechan la oportunidad.
En 2003 fuimos a El Porvenir, la remota cooperativa de café, con la voluntaria Lisa y su madre Dottie y su hermano Josh que estaban de visita. Dottie hizo consultas médicas y yo entregué medicinas. Lisa y Josh hicieron sombreros de chimbomba para todos los niños de la cooperativa. Se corrió la voz a través de la cooperativa y los niños seguían llegando desde abajo de la montaña. Fue lo más divertido que me había pasado en la cima de esa montaña, ver las diferentes creaciones y el deleite de los niños con los sombreros. La ALEGRÍA era tan común que me sorprendió que un rayo de felicidad no iluminara el cielo.
He escuchado a voluntarios decir “¡Oh! ¡Están tan felices! " y preguntarse si la "vida sencilla" de la pobreza hace feliz a uno. Lo que realmente sucede es que tener gente nueva en el entorno y vestirse para las delegaciones rompe la monotonía y da a la gente un poco de ALEGRÍA.
La ALEGRÍA alimenta el alma.
Cuando manejabamos refugios en Carolina del Norte en la década de 1980, nos reímos todo el tiempo. Mike y nuestra querida amiga Margaret QEPD nos mantuvieron atados. A medida que envejecemos, la risa nos llega más lentamente, pero está ahí. Entendemos el humor negro y la necesidad de reírse de cosas que la mayoría de los blancos agradables encontrarían espantosas. Nuestro humor tiene un toque al igual que el humor de los pobres.
Cuando Pat falleció, Joseph y Daniel siguieron haciendo bromas. Mientras trataba de ser "mamá", les regañaba. Su respuesta consistentemente fue "así es como lidiamos con el duelo ... ya lo sabes." Y sabía que era cierto porque crecieron con nosotros.
La risa limpia el alma de toda la acumulación negativa y permite que la ALEGRÍA irrumpa en el alma. Como Asamblea de PIGS debemos ser conscientes de que difundir ALEGRÍA es tan crítico como difundir justicia, paz y esperanza.
Amo a nuestro dragón chino ... nuestro símbolo de ALEGRÍA ... el fuego brillante que quema el dolor y el duelo para permitir que suenen las campanas y vuele mi alma. -Kathleen
Kathleen Murdock es miembra fundadora de Jubilee House Community y desde 1994 vive en Nicaragua y trabaja en su proyecto Centro pro el Desarrollo en Centroamérica. Aunque Kathleen ha dedicado los últimos 20 años al desarrollo de atención de salud integral para comunidades de bajos ingresos como Directora de la Clínica Nueva Vida, también tiene una Maestría en Divinidad. Kathleen y su esposo Mike han dicho a menudo que si alguna vez fundaran una iglesia, la llamarían La Asamblea de PIGS...por sus siglas en inglés traducido como Gente a Quien le Importa un Carajo. "Pensamos que el nombre en sí le dejaría saber a la gente quiénes somos." Recientemente, Kathleen ha estado escribiendo un blog semanal de la Assemblea de PIGS. Compartiremos con ustedes sus reflexiones de Adviento para 2020, el primero aquí, podés suscribirte al blog de Kathleen aquí. Bienvenido a la Asamblea de PIGS… No nos importa lo que creas o no creas, solo nos importa que te preocupés por los demás.